Excepciones que no confirman la regla: Cargos

Jesús Midón — Director General de Esker Ibérica

En muchos órdenes de la vida, las excepciones confirman regla. Pero no siempre. En las relaciones comerciales, lo habitual es que el proveedor facture al cliente por los bienes y servicios que le suministra. Cuantas más facturas, más negocio, mayor rentabilidad y bienestar para la empresa. Pero a veces son los clientes los que emiten facturas al proveedor. Son lo que llamamos facturas de cargo. Y esas excepciones no confirman ninguna regla. Por el contrario, pueden ser un lastre para la facturación. Si una empresa no tiene bien previstas y contabilizadas esas facturas que recibe y que tiene que pagar, un buen día puede darse cuenta de que su negocio no marcha tan bien cómo pensaba, y de que sus previsiones no eran realistas. Porque no hablamos de importes residuales: en algunos casos, las facturas por cargos pueden representar el 10% de la facturación de la compañía. No son, por lo tanto, una partida desdeñable.

No hablamos de importes residuales: en algunos casos, las facturas por cargos pueden representar el 10% de la facturación de una compañía

Los cargos son una práctica muy habitual en el sector de Gran Consumo, consistente en que el cliente emite al proveedor una factura. Puede ser para saldar una incidencia, como por ejemplo una diferencia entre la mercancía recibida y la cantidad cobrada, o un simple error en el precio o una penalización por un retraso en la entrega. Pero
también puede responder a un acuerdo comercial, rappels convenidos por el equipo de ventas con el cliente o importes a favor de éste generados por acciones promocionales. Casi todas las grandes firmas que conocemos en el mundo del retail contemplan el cargo como práctica habitual. Pero para los responsables de Servicio al Cliente de las empresas que les suministran –por ejemplo del sector de Alimentación, donde están a la orden del día- se trata de excepciones a menudo muy difíciles de gestionar. Y para sus departamentos financieros, un verdadero dolor de cabeza. A veces, más que eso: un agujero negro en la cuenta de resultados.

Además de falsear las previsiones de ventas, los cargos suponen un problema de gestión. Como hemos visto son de muy distinta naturaleza, sus causas y orígenes pueden ser variopintos y cada cliente tiene sus procedimientos, sus términos y sus plazos. Por si fuera poco, los canales por los que llegan los cargos pueden ser varios –email, fax, EDI…- e incluso caer en unos departamentos o en otros. Por lo tanto, localizarlos, verificarlos, asignarlos correctamente e introducirlos en los sistemas informáticos de la empresa supone un verdadero desafío. Es realmente difícil a veces cuantificar los volúmenes de cargos recibidos por cliente, por concepto, por período, por línea de producto… En ocasiones, esta tarea puede llegar a representar el 30% o el 40% del tiempo de todo un departamento de Servicio al Cliente, sin contar el que puede requerir también de otros departamentos. Tiempo que deja de dedicarse a funciones más estratégicas, las que realmente generan valor de cara al cliente. 

En la nueva era de la transformación del Servicio al Cliente, muchas empresas ya están adoptando tecnologías avanzadas que les permiten gestionar automáticamente sus flujos de documentos –pedidos, facturas, albaranes…- reduciendo al mínimo el papel y la intervención manual, ganando significativamente en agilidad y velocidad de  espuesta, reduciendo costes y mejorando la visibilidad a lo largo de todo su ciclo de venta. La gestión de los cargos añade, si cabe, un punto más de complejidad a esta gestión documental. En el marco de la automatización de procesos, las empresas necesitan herramientas que les ayuden básicamente en tres aspectos: visibilidad, para identificar los cargos y cuantificar su coste, evaluar la gestión y hasta la rentabilidad de la relación con el cliente; eficiencia, para reducir el tiempo de gestión, eliminar errores y generar un flujo de resolución de incidencias a medida de cada organización; y previsión, a fin de mantener controlado el impacto de los cargos y disponer siempre de una visión real del estado del negocio.

La gestión de los cargos vuelve a poner se manifiesto la necesidad del Customer Service de estar muy conectado con otros departamento de la empresa: financiero, ventas, marketing...

Finalmente, la gestión de las facturas de cargos vuelve a poner de manifiesto la necesidad de los departamentos de Servicio al Cliente de estar muy conectados con otros departamentos: financiero, ventas, marketing… Hoy el Servicio al Cliente ya no es una mera ventanilla o un call center en el que se atienden consultas o se resuelven  problemas puntuales. Si el cliente es el centro de la actividad de una empresa, el departamento que gestiona su satisfacción y su fidelidad debe tener un papel igualmente central, con extensión a lo largo y a lo ancho de la organización. Ellos no son una excepción dentro de la empresa, y además es cada vez más necesario que su  desempeño sea excepcional.

 

https://www.esker.es/sites/default/files/press_releases/executive_insight_cargos-es.pdf

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