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La importancia de cuidar nuestro entorno

05/10/2023
Elena Álvarez

“Tierra y agua, los dos fluidos esenciales de los cuales depende la naturaleza, se han convertido en botes de basura”, esta frase atribuida al oceanógrafo Jacques Yves Cousteau nos ayuda a comprender el problema actual de la elevada existencia de basura en lugares donde no debería estar. Incluso a este hecho, le hemos definido con un anglicismo: littering, un término que hace referencia al abandono de residuos en espacios naturales.

El equipo de Esker Ibérica lleva tiempo aportando soluciones a este problema: colaboradores activos del  Proyecto Libera que iniciaron SeoBirdlife y Ecoembes en 2017, todos los años encuentran hueco en su agenda para ayudar a liberar de basura distintos espacios naturales. La última cita para ello ha sido el pasado día 16 de septiembre, coincidiendo con el World Cleanup Day (movimiento por un planeta limpio), el equipo se reunió en la población de Pelayos de la Presa, al suroeste de Madrid, para limpiar de residuos un lugar con especial importancia para el medio ambiente: las orillas del río Alberche.

El Alberche, frontera natural entre provincias

El rio Alberche pertenece a la cuenca hidrográfica del Tajo y recorre más de 170 kilómetros desde su nacimiento hasta su desembocadura. Además, sus aguas atraviesan varias provincias (Ávila, Madrid y Toledo) y es embalsado en varios puntos. Precisamente el recorrido por su curso medio, entre el Pantano de San Juan (la playa de Madrid) y  el embalse de Picadas fue el elegido para esta acción. Se trata de una zona muy concurrida en época estival, donde sus llanuras fluviales permiten a bañistas, senderistas y cicloturistas pasar un bonito día rodeado de Naturaleza. Indiscutible y tristemente, esto provoca que en sus orillas se practique littering.

No fue necesario pasar mucho tiempo recorriendo la zona de recreo para recoger distintos residuos: tapones, colillas, envoltorios, latas, botellas, toallitas y vidrios fragmentados fue lo que más se encontró. Restos de textiles o de cerámica completan la lista.

Ya conocemos los tiempos de degradación de los residuos en la Naturaleza y en esta ocasión, el guía de la Asociación Deverde, Roberto, nos habla de la importancia de recogerlos, pues en su largo proceso de descomposición algunos de ellos se convierten en microplásticos, siendo estos verdaderamente peligrosos para la supervivencia de las numerosas especies de avifauna que encuentran en este tramo del río una manera de descansar en sus largos viajes migratorios. No podemos olvidar que este paraje se incluye dentro de la ZEPA 56 (Zona de Especial Protección para las Aves), espacios naturales necesarios de conservar en su estado más natural. También pequeños mamíferos pueden confundir con alimento estos fragmentos, siendo motivo de su intoxicación.

Reflejos del río Alberche

Reflejos del río Alberche (Fuente propia)

Tras llevar a cabo la recogida de basuraleza iniciamos un recorrido de aproximadamente cinco kilómetros por una pista forestal que recorre el margen del río. Queremos conocer qué especies vegetales y animales podemos encontrar aquí. Se trata de la Vía Verde del Alberche, senda que discurre por una antigua infraestructura férrea, que según nos cuentan, no llegó a ponerse en marcha, pues se inauguró casi al inicio de la Guerra Civil y quedó en desuso.

Lo sencillo del terreno hace que esta Vía Verde sea frecuentada por familias, ciclistas y caminantes por igual. Se trata de un terreno sin desniveles y con una pista fácil de transitar, un reto fácil de abordar.

Un recorrido de reflejos perfectos

Haber elegido una mañana soleada y sin viento nos deja disfrutar de una de las más bonitas imágenes que nos ofrece el río: su pinar de pinos piñoneros (Pinus Pinea) y sus antiguas casas de pescadores aparecen reflejadas en el agua como si de un espejo se tratase. No tardamos en encontrarnos con especies vegetales arbustivas como el aromático tomillo (Thymus Vulgaris -protegido en su recogida desde raíz-) o la vegetación arbórea de ribera, donde destaca el aliso (Alnus Glutinosa), un árbol que sumerge sus raíces en el agua, los fresnos (Fraxinus angustifolia) o la cornicabra (Pistacia Terbinthus).

Mientras recorremos el camino y atravesamos sus antiguos puentes, varias piraguas nos adelantan surcando el río y haciendo de este lugar un entorno que personas y animales compartimos…de ahí su vital importancia de conservación.

Reflejo del río Alberche

Reflejos del río Alberche (Fuente propia)

Afortunadamente, a medida que avanzamos vamos encontrando menos restos del paso humano, lo que no impide que sigamos llenando nuestras bolsas de residuos. Algunos no podemos recogerlos, como por ejemplo, una silla de plástico en medio del río…Debemos ser conscientes de que en ocasiones, no toda la basura que encontramos en el campo es fruto del abandono intencionado. Así nos gusta pensar, pues nos cuesta creer que alguien haya utilizado este remanso de agua para abandonar allí tal objeto.

La fauna endémica

Aunque nunca es fácil poder ver fauna en su hábitat, sí podemos encontrar sus rastros: la posibilidad de localizar huellas de jabalí, gineta o garduña es toda una motivación en el recorrido. Si alzamos la vista, buitres, milanos, águila real o la especie reina de los cielos, el águila imperial ibérica aparecerán a distintas alturas. Esta última está catalogada como en “Peligro de extinción” (con alto riesgo de desaparición) pero la noticia positiva es que en las últimas décadas ha ido recuperándose y el lugar donde se ha realizado la recogida de residuos es uno de los pocos reductos donde habita en la Península Ibérica. Sabiendo esto, nos damos cuenta de que la labor llevada a cabo por el equipo de Esker tiene gran importancia: no se trata sólo de dejar un paraje limpio, se trata de colaborar en la recuperación de especies cuya destrucción de hábitat es una de sus principales amenazas.

El Valle de las Iglesias, mucha historia entre sus gargantas

El lugar elegido para la acción medioambiental también tiene un papel protagonista en la historia. Los últimos nobles y reyes visigodos vieron en este paisaje el lugar perfecto para la vida ermitaña. Llegaron a construirse hasta doce pequeñas eremitorios, de los que apenas queda nada, pero que dieron nombre al valle: el valle de las iglesias. Muy cerca de donde hemos realizado nuestra acción por el cuidado del medio ambiente se encuentra el monasterio más antiguo de la Comunidad de Madrid y el único custodiado por la orden religiosa cisterciense en esta provincia, Santa María la Real de Valdeiglesias, donde sus más de nueve siglos de historia nos ayudan a entender cómo desde tiempos inmemorables ya se podía armonizar la vida humana con el entorno.

El Monasterio más antiguo de la Comunidad de Madrid

El Monasterio más antiguo de la Comunidad de Madrid (Fuente: Monasterio Santa la Real de Valdeiglesias, sitio web)

Probablemente aquí se encuentra la principal reflexión del día: si en el siglo XII se pudo llevar a cabo la construcción de un monasterio y además hacerlo de manera respetuosa con el entorno, compatibilizando los cultivos y las granjas… ¿seremos capaces de continuar con ese legado en la actualidad? Quizá todo sea una cuestión de respeto, conciencia y voluntad. Estos tres valores no faltan en Esker.

Una vez más, volvemos a casa con la sensación de haber contribuido a la conservación de espacios naturales, sabiendo que aún queda mucho por hacer, pero que cualquier acción, por mínima que parezca, supone un avance.

Nos encanta ver cómo la implicación del equipo se hace latente en este tipo de actividades. ¡Gracias por estar y participar! ¿Nos vemos en la próxima?

Author Bio

Elena Álvarez

Elena ejerce como educadora medioambiental y guía turístico. Es Licenciada en Publicidad y RR.PP. y con formación en RSC.

Gran amante de la Naturaleza, le encanta aprender algo nuevo cada día.

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